Las “marcas blancas”

La carrera hacia la precariedad

Las marcas de distribuidor, conocidas como “marcas blancas”, tienen en Europa los niveles de penetración de mercado más altas del mundo. ¡En 2015, la proporción de productos de “marca blanca” se estima que alcanzará el 40 por ciento de todas las ventas al por menor de alimentos de la UE!
Las marcas blancas deben su popularidad a su bajo precio. La carrera por ofrecer el precio más barato, suele tener graves consecuencias en las condiciones de fabricación de los productos. Los proveedores sufren presiones y prácticas abusivas que ponen en peligro los derechos laborales y sociales de las personas trabajadoras. Los bajos salarios, las horas extras obligatorias y la inseguridad laboral están presentes en las cadenas de suministro de los mayores minoristas de Europa: Aldi, Lidl, Tesco y Edeka.
La cuota de mercado de las marcas blancas tiene una fuerte relación con el nivel de concentración de la comercialización de productos alimentarios. 

Los productos de marca blanca como estrategia de venta:

Los productos de marca blanca o de marca de distribuidor son aquellos que utilizan una imagen propia de la cadena de supermercados que los vende. Estos productos se pueden producir en la instalaciones de otra empresa que tenga una marca propia. El proceso de fabricación puede ser exactamente el mismo, diferenciándose únicamente en el etiquetado.
Las marcas blancas pueden vender a un precio más bajo, porque las tiendas no tienen que promocionarlos por separado. Sus costos de comercialización son mínimos. Siempre tienen un canal de distribución a punto y disfrutan de un lugar privilegiado en las tiendas.

En sus inicios, los productos de marca blanca eran mercancías básicas, con un empaquetado simple, cuya promoción se basaba en el precio. Se asumía que la calidad era inferior a los productos de marca de fabricante. Ahora, sin embargo, también se ofrecen en versiones premium. Las cadenas de supemercado están interesadas en incrementar la venta de estos productos para aumentar la fidelidad de la clientela, para fortalecer su propia imagen y para aumentar la cuota de beneficios. Los productos de marca blanca son especialmente exitosos cuando no hay diferencias obvias con los productos de fabricante. Sería el caso de la harina, el azúcar o las conservas vegetales.

El papel de la centrales de compra internacionales en las cadenas de suministro de los supermercados:
En las últimas décadas se ha producido una fuerte centralización de las operaciones de compra y de logística en el comerció de bienes de consumo cotidiano.
Existen centrales de compra que concentran el flujo de productos. Las empresas de compra al por mayor están mucho más centralizadas que las empresas de producción o distribución. Las más importantes en Europa son AMS; CO-OP; UNITED NORDIC and EMD.

La concentración del poder de compra en manos de unas pocas empresas ha generado prácticas abusivas que han debilitado a los productores. Estas prácticas son especialmente agresivas en los países empobrecidos del Sur Global.

La extrema competencia entre marcas blancas y marcas de fabricante, y entre las propias cadenas de supermercados, repercute demasiado a menudo en la vida de los trabajadores y de las trabajadoras de las empresas productoras y en el medio ambiente.

En esta sección de la web, ofrecemos estudios de caso sobre productos que están disponibles en las cadenas de supermercados europeas y que se producen en condiciones inaceptables en países del Sur global. Toda la información de estas páginas se basa en el trabajo de campo realizado por las organizaciones que forman parte de nuestra red.